Jardines verticales
Cuando se cuenta con poco espacio para cultivar plantas —tal vez en un balcón o patio pequeño— la respuesta evidente es extender el jardín a la tercera dimensión: hacia arriba. Los muros revestidos de trepadoras resultan mucho más agradables a la vista y sirven de hermoso telón de fondo viviente para el resto del trazado del jardín. De la misma forma pueden ocultarse las columnas y postes e incluso se puede suavizar la silueta de todo el edificio. Los cestos colgantes contribuyen al efecto general. Ahora bien, no es esencial contar con una estructura vertical preexistente para poder crear un jardín en tres dimensiones. Las paredes floridas, que pueden construirse de materiales tan diversos como bloques de piedra sin argamasa y tela metálica de la que se emplea para gallineros, y turba, pueden emplearse para crear linderos y definir zonas, así como disimular rasgos existentes. El tipo de muro más sólido se suele construir, por ejemplo, en lugar de un empinado talud cubierto de hierba donde el jardín cambia de nivel. Pero también puede constituir igualmente bien una estructura autoestable a uno o más lados de un patio o zona similar. También puede servir para soportar un lecho elevado.
Trepadoras
Algunas trepadoras se adhieren de forma natural a los muros, pero en general es preciso facilitarles alguna clase de apoyo. Se pueden extender unos alambres fuertes en sentido horizontal, espaciados unos treinta centímetros entre sí. ‘En algunos ambientes es ideal el enrejado de madera, especialmente adecuado para ampliar en sentido vertical un muro bajo, pero la madera se pudre y hay que reponerla aunque sea tan resistente como el cedro rojo. (Por cierto, que nunca debe emplearse creosota para este tipo de rejilla; en su lugar se tratarán con un agente protector como el Cuprinol, que no daña las plantas). Ultimamente se viene empleando cada vez más la rejilla de plástico, muy duradera pero poco atractiva hasta que se cubre de verdor. Para anuales como los guisantes de olor (Lathyrus odoratus) resulta ideal una rejilla de plástico ligera ya que al final de la temporada se corta simplemente con los restos de la planta. Sea cual sea el soporte que se emplee, conviene espaciarlo 2,5 a 5 cm de la pared para facilitar la operación de atado y dejar que crezcan detrás plantas de las que se adhieren por si mismas. Siempre que sea posible, las trepadoras se deben plantar directamente en el suelo a través de un hueco en el pavimento del patio, para que las raíces permanezcan frescas. Sin embargo, es perfectamente posible cultivarlas en cubetas, en especial si se rodean de otras macetas con plantas que le den sombra. Las trepadoras perennes plantadas en cubetas requieren abono y protección de la tierra con mantillo de hojas o turba para que retenga la humedad. Existe una gran variedad entre la que se puede escoger.
Muros floridos
Los muros de piedra sin argamasa pueden ser autoestables (en cuyo caso hay que introducir hormigón para fortalecerlo) o pueden emplearse como contención para sujetar la tierra de un lecho elevado. Esto último resulta muy útil en jardines pequeños, ya que permite cultivar flores en la parte superior y variedades alpinas rastreras a los lados. Entre los materiales que se pueden emplear se cuentan ladrillos viejos, bloques de hormigón, pedazos de pavimento o trozos de piedra Portland. Cuando es imprescindible contar con una estructura más fuerte, pueden cementarse los ladrillos dejando huecos ocasionales para insertar plantas. Si es preciso se pueden emplear trozos de bloques de turba que hagan de cuña y sujeten las plantas en posición. Las plantas más apropiadas para los muros de piedra sin argamasa serán o bien rastreras o formarán rosetones compactos que puedan tolerar la posición vertical. Dentro de esta última categoría citaremos Sedums (uva cana), siempreviva mayor (Sempervivum) y Sax(fraga. Entre las rastreras que pueden emplearse se encuentran Aubrieta, Alyssum saxatile, Arabis Erinus (con delicadas y menudas flores malva), algunas Dianthus, Gysophila repens, Iberis (carraspique), Helianthemum, Armeria, diversas Campánulas, pero especialmente Campanula Portenschlagiana que forma ver- daderos mantos de azul púrpura, y C. Poscharskyana (verde azulado), Cerastium tomentosum (Cerastio); esta planta suele crecer hacia arriba en condiciones normales, pero se puede controlar fácilmente en muros de piedra sin argamasa. Es de flor blanca y follaje plateado, y Onosmas, de amarillos capullos.
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